¿Qué nos traba?
Muchas veces cuando le digo a alguien que practico Aikido, me dicen cosas tales como: “uy con vos hay que tener cuidado” o “ah, es re difícil, ¿no?” o simplemente “¿qué es eso?”.
Otras tantas veces conversando con conocidos me plantean que les hubiera gustado alguna vez practicar artes marciales y puntualmente Aikido, ya que lo relacionan, normalmente con lo que hace Steven Seagal en sus películas.
Y cuando les pregunto: ¿por qué no practicás?, las respuestas suelen discurrir por las mismas excusas: “ya estoy viejo”, “eso no es para mí”, “no tengo tiempo”, u otras similares.
Me surge entonces la pregunta: ¿qué nos traba?
El Aikido es un arte marcial moderno, como ya comenté en otro post, cuyas técnicas fueron modificadas, haciéndolo perfectamente accesible a cualquiera que desee practicarlos.
No es requisito previo para el inicio de la práctica tener ningún tipo de experiencia, ya que se irá aprendiendo a medida que se avance.
No se requiere un estado físico determinado, se puede graduar la intensidad de la práctica a la realidad de cada uno e ir mejorando poco a poco.
No se requiere tener una edad determinada, no hay límite de edad para iniciar. Si bien es cierto, que en caso de niños, es preferible comenzar a partir de los 5/6 años, puede ser practicado por personas de cualquier edad.
El único requisito que se necesita es ganas de aprender y de sumergirse en una disciplina cuya profundidad es insondable.
O como dice un Sensei (maestro), con más de 30 años de práctica y con quien tuve el gusto de tomar clases: “El Aikido es infinito y eso es lo que más me gusta”
Los invito fervientemente a animarse, a dejar de lado las trabas que nos impiden hacer lo que tenemos ganas y a lanzarse a la aventura de la práctica. Les puedo asegurar, por propia experiencia, que les va a cambiar la vida.
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