Viajar o entrenar
Una de las cosas más interesantes que me ha tocado disfrutar en la práctica del Aikido, son los viajes.
He tenido la suerte de viajar a varias provincias argentinas y también a algunos países a compartir el tatami con otros compañeros de budo.
Y todas las veces que pude hacerlo disfruté de un ingrediente común: fui recibido con un alto grado de camaradería.
Siempre me recibieron de maravilla y me hicieron sentir absolutamente bienvenido.
Entonces algo genial que sucede es que uno viaja a practicar y conoce personas nuevas, participa de Seminarios, aprende de la práctica pero más aún aprende del intercambio humano que se produce en el tiempo que se comparte tanto dentro como fuera del tatami.
A todos nos aglutina la pasión o el gusto por el Aikido, eso como punto de encuentro inicial, pero luego se produce un conexión que va mucho más allá y esos nexos quedan tendidos.
Y nos volvemos a encontrar tiempo después en otros países o ciudades y nos abrazamos, charlamos y volvemos a compartir y enriquecernos mutuamente.
Y ahí desaparece la dicotomía planteada en el título del presente, porque se convierte en un “Viajar y entrenar”, mezclando maǵicamente dos actividades que son sumamente gratificantes.
Es por eso que hace unos días, los invité a un Seminario que se llevó a cabo ayer en la Ciudad de Mar del Plata. Si aceptaron el convite, nos debemos haber encontrado sobre el tatami.
Pero si no fue así, les recomiendo que no dejen de darse el gusto de vivir esa experiencia, les aseguro que una vez que la experimenten les resultará bastante adictiva.
BONUS TRACK: Les dejo el video de otro viaje que hicimos en octubre de 2022 a Merlo, Provincia de San Luis.
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